Nepal
Nepal es atravesado en su totalidad por los imponentes Himalaya. Esto, además de ofrecer la oportunidad de caminar o contemplar las más altas montañas altas del planeta, ha forjado inevitablemente la cultura de esta estrecha nación embutida entre los dos gigantes asiáticos: China e India.
Hasta allí llegaron hace décadas miles de hippies para proclamar a los cuatro vientos que habían encontrado el paraíso en lo que para los nepalíes era rutina: un país de gentes sencillas que seguían vistiendo ropajes tradicionales, practicando con orgullo tradiciones centenarias pese a la entrada paulatina de nuevos tiempos y haciendo su vida entre edificios medievales de gran belleza.
Viajar por Nepal permite disfrutar de su extraordinaria riqueza etnográfica; de valles cuyo aislamiento preservó genuinamente su identidad; de reservas naturales en las que viven leopardos de las nieves, pandas rojos, tigres, rinocerontes y etnias nativas; de un valle cuyo emplazamiento comercial le hizo desarrollar un exquisito patrimonio y, sobra decirlo, de unos trekkings inigualables.
Y es que el país de los Himalaya es mucho más que sus montañas: es un crisol de culturas donde cada sendero conduce al alma de un pueblo diverso, y donde los vientos de las alturas guardan secretos para quienes se atreven a escuchar.