Viaje a medida

Monasterios y palacios en el techo del mundo

Evocar el Tíbet ha sido durante décadas sinónimo de aventura, de paisajes de postal con el nevado Himalaya de fondo o del misticismo del budismo tibetano. Este viaje recorre el país desde su capital, donde la evocadora imagen del Potala alzándose sobre la ciudad, o de un templo como el Jokhang, que es incesantemente circunvalado por fieles, dejan intuir lo que esconde el país. Y es que por a lo largo de la ruta se reparten monasterios que parecen ciudades – algunos mantienen hasta las murallas de cuando literalmente lo fueron-, en cuyas estancias cientos de monjes y novicios siguen una rigurosa vida monástica; pueblos con animados mercados e inexpugnables dzongs enclavados en lugares insospechados. También hay lagos de un profundo turquesa, pasos montañosos donde el silencio es roto por infinitas banderolas de oración, y sobre todo la presencia de los tibetanos, cuya cultura única justifica con creces un viaje a este techo del mundo.

Una cordillera legendaria
Admira los Himalaya, la cadena montañosa con la que Tíbet marca su frontera sur, y entiende el enorme rol que juega en la cultura del país.
La casa del Dalái Lama
Recorre el Palacio de Potala, uno de los máximos exponentes de la arquitectura tibetana, por cuyo interior se reparten espectaculares templos y capillas.
Un pueblo de arraigada cultura
Conoce a los tibetanos, aprende de su propia mano sobre sus tradiciones. Participa en ceremonias junto a ellos o circunvala templos y estupas mientras hacen girar molinillos de oración.
La capital de un pueblo en el exilio
Pasea por el Bharkor, centro histórico de Lhasa, y únete a los cientos de peregrinos que constantemente circunvalan el templo de Jokhang, corazón espiritual del país.
Monasterios con historia
Piérdete por inmensos monasterios donde se preservan tradiciones espirituales con siglos de antigüedad, y el olor mantequilloso de las velas sigue inundando las estancias, pasillos y librerías.
Arte y patrimonio
Admira coloridos frescos, estatuas y tallas de terroríficas deidades, thankas y la propia arquitectura vernacular tibetana.

Itinerario

  • Día 1: LLEGADA A LHASA
    Tras aterrizar en Lhasa desde China o Nepal, vuestro guía y conductor os estarán esperando para acompañaros a vuestro hotel. Tendréis la tarde libre para descansar, dar un paseo mientras os aclimatáis a la altura y empezar a tomarle el pulso al nuevo país.
  • Día 2: LHASA
    Comenzaréis el día paseando por la callecitas de Barkhor (el barrio histórico de Lhasa), repletas de tiendecitas y talleres de artesanos, hasta llegar al Templo de Jokhang: epicentro de la ciudad y el templo más sagrado e importante para los budistas tibetanos. Tras conocer su templo hermano, el de Ramoche, os desplazaréis al Monasterio de Sera, cuyas dimensiones lo convierten en una ciudad en sí mismo. En él tienen lugar cada tarde conocidos debates en los que los monjes residentes discuten sobre filosofía budista, haciendo chocar las palmas de sus manos al defender sus opiniones. Sera es uno de los tres monasterios más importantes de la Secta del Sombrero Amarillo (la encabezada por el Dalái Lama).
  • Día 3: LHASA
    Hoy visitaréis el Palacio del Potala, una de las imágenes más conocidas de todo Tíbet. Situado en la Marpo Ri (colina roja), su altura a más de 100 metros sobre el valle os dará una buena panorámica de la ciudad, antes de conocer su rico interior. El Potala ha sido residencia de los Dalai Lama desde 1649 hasta el exilio del 14º Dalái Lama en 1959, y su interior está repleto de enormes obras artísticas que varían desde gigantescos thangkas hasta pagodas doradas, pasando por cuadros, relieves y todo tipo de artefactos con iconografía budista. Tras la visita, podréis uniros a la kora (circunvalación) que cientos de tibetanos hacen cada día alrededor del palacio. Por la tarde visitaréis Norbulingka, el palacio de residencia estival construido en 1780 por el 7º Dalái Lama, que junto con el Potala han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por su valor histórico y artístico.
  • Día 4: LHASA – SAMYE – TSEDANG
    Hoy abandonaréis Lhasa y empezaréis a adentraros en el altiplano tibetano en vuestro camino hacia Tsedang. Haréis parada en el Monasterio de Samye, considerado el más antiguo de Tíbet ya que se levantó en el siglo VIII, cuando el budismo entró en el país. El monasterio sigue activo y tiene una comunidad residente de monjes, a los que es fácil ver en ceremonias, salas de estudio o en los jardines usados para debatir. Una vez en Tsedang, visitaréis el templo de Traduk y el pictórico Palacio de Yumbulagang, que fue construido por el primer rey de Tíbet Songtsen Gampo en el siglo II AC, y cuya situación en una colina le hace presumir de vistas privilegiadas sobre el fértil valle que lo rodea.
  • Día 5: TSEDANG – GYANTSE
    Tras desayunar pondréis rumbo hacia Gyantse. En la ruta pasaréis por el lago Yamdrok, que situado a 4.447m es uno de los cuatro grandes lagos sagrados del Tíbet. Desde el paso de Kamba La (4.700m.) observaréis tanto sus aguas de intenso color turquesa como el colosal macizo del Monte Nojin Kangtsang (7.191m.), a cuyo glaciar os acercaréis tras ascender el puerto de Karo-La (5.020m). Una vez lleguéis a Gyantse visitaréis el Monasterio de Pelkor Chode, que atesora una de las grandes obras del arte tibetano: el Kumbum - el mayor chorten del Tíbet -, al que podréis subir para observar la majestuosidad del Dzong de Shigatse, una fortificación cercana que domina todo el valle, y el camino a Lhasa. Es conocida en todo Tíbet la leyenda de que si esta fortaleza era capturada por los enemigas, todo Tíbet también lo sería poco después.
  • Día 6: GYANTSE – SAKYA
    Hoy os desplazaréis hasta Sakya (4.313m.), donde visitaréis su conocido monasterio fortificado. Recubierto de un característico color grisáceo, este monasterio de aspecto muy diferente a todos los que habéis visitado durante el viaje, alberga en su interior una gigantesca sala de ceremonias rodeada de preciosos altares, y una gran biblioteca donde se encuentra el que dicen es uno de los mayores libros del mundo. Todo el complejo monástico gigantesco, cuya arquitectura recuerda a las fortalezas mongolas, está actualmente en uso, por lo que veréis monjes y novicios de todo el país hacer su vida en él.
  • Día 7: SAKYA – SHIGATSE
    Tras desayunar con calma os desplazaréis hasta Shigatse, la segunda mayor ciudad del Tíbet y antaño capital de la región de Tsang. Allí se alza el Monasterio de Tashilumpo, desde el que gobernaba el linaje de los Panchen Lamas. Antes de visitarlo haréis la kora (circunvalación) a su alrededor acompañando a los lugareños que molinillo de oración en mano la completan murmurando mantras y oraciones. En su interior encontraréis una auténtica ciudad con viviendas de monjes, varios templos y capillas presididos enormes altares y delicadas piezas de arte budista tibetano y hasta patios para el ocio.
  • Día 8: SHIGATSE – LHASA
    Hoy pondréis rumbo de regreso a Lhasa, empleando para ello una ruta diferente a la de ida, que transcurre junto al río Yarlung. Llegaréis a Lhasa para almorzar, tras lo cual tendréis la tarde libre para seguir explorando la ciudad a vuestro aire. Uniros a la interminable kora del Jokhang, visitar algún otro templo o perderos por los mercados y callejuelas son buenos planes con los que poner broche final a vuestro viaje.
  • Día 9: LHASA - VUELO DE SALIDA
    En función de la hora de vuestro vuelo, os trasladaréis antes o después hasta el aeropuerto para tomar un avión de regreso a casa. ¡Hasta la próxima, Tíbet!

Este itinerario es una propuesta orientativa. Cada uno de nuestros viajes a medida es diseñado de forma personalizada para adaptarse a los intereses de cada viajero. En él podemos introducir a tu gusto propuestas de inmersión cultural que no desvelamos en las fichas. ¿Quieres más información sobre nuestros viajes a medida?

¿Porqué viajar con nosotros?

Solo organizamos viajes a aquellos países en los que somos realmente expertos, porque los hemos pateado y vivido innumerables veces a lo largo de los últimos años.

Todas nuestras rutas son de diseño artesanal, propio y exclusivo, basadas en nuestra experiencia personal y directa. No compramos paquetes prefabricados a mayoristas.

Trabajamos directamente con agencias locales a las que conocemos desde hace muchos años. Nosotros damos forma al viaje de tus sueños y ellos saben perfectamente cómo hacerlo realidad.

Durante todo el viaje estaremos en contacto día a día, para asegurarnos de que todo va bien, resolver tus dudas y darte recomendaciones para que vivas el país como nosotros.

Ellos ya han viajado con nosotros

Rosa
Esta agencia de viajes la lleva gente con un gran corazón. No puedo decir más, pues mis palabras desmerecerían un viaje que llevaré grabado en la retina y en el alma hasta el final del camino. ¡¡Gracias!!
Lucía y Alfonso
Increíble la atención y organización. Todo ha sido perfecto. 17 días de viaje impecables. Gracias Panipuri Viajes, por hacer de esta experiencia algo increíble y por tener tan cuidada selección de lugares, planes, guías, transportes y hoteles, como para hacer la estancia un auténtico gustazo.
María José
Lo recomiendo totalmente. Al 100%. Hay mucha sabiduría y ética en esta agencia. Este año ha sido mi segundo viaje con Panipuri, y muy pronto habrá un tercer viaje... Gracias.

Información útil para tu viaje

 Pasaporte: Tu pasaporte debe tener una vigencia de más de 6 meses desde el día de tu entrada en el país.

Visado y permisos: Para visitar Tíbet es necesario, además de un visado chino, un permiso especial que nosotros tramitaremos. En el caso de que entres a Tíbet desde Nepal, tendrás que estar en Kathmandu cuatro días laborables antes de la salida de tu vuelo a Tíbet para que podamos tramitarlo. Si viajas vía China necesitaremos gestionarlo 20 días antes del inicio del viaje. Este proceso cambia con frecuencia, así que a la hora de contratar tu viaje te informaremos de cualquier novedad si la hubiera.

Vacunas: Para viajar a Tíbet no hay ninguna vacuna obligatoria (salvo la Fiebre Amarilla, si se procede de un país endémico). Las vacunas generalmente recomendadas son la Hepatitis A, Tétanos-Difteria y Fiebre Tifoidea. La decisión de vacunarse o no es muy personal, por lo que te recomendamos pedir cita previa en tu Centro de Vacunación Internacional más cercano, al menos un par de meses antes del viaje, para ser aconsejado por un especialista.

Mal de altura: Debido a la elevación orográfica de Tíbet, algunas personas podrían sentir el llamado «mal de altura» al realizar esta ruta, ya que transcurre en su totalidad por encima de los 3600 metros. Es importante caminar despacio, hidratarse y descansar bien cada día, así como tomarse la primera tarde de descanso en Lhasa para aclimatar con calma y hacer el resto del viaje sin complicaciones. Todos los hoteles disponen de una bombona de oxígeno para emergencias y se puede adquirir en tiendas y farmacias unas más pequeñas, de tamaño menor al de una botella de agua, por si quieres llevarla contigo durante la ruta.

Seguro de viaje: Siempre que se viaja al extranjero es recomendable tener contratado un seguro de viaje. Si lo deseas, puedes contratarlo a través de nosotros.

Tíbet cuenta con un clima particular debido a su altura, cercanía a los Himalaya y otras condiciones geográficas y topográficas. No existe una mejor temporada para visitar el país, por lo que elegir una u otra dependerá del motivo de tu viaje y las zonas que vayas a visitar. No es lo mismo hacer sólamente trekking en las montañas (para lo que es preferible que no llueva ni haga mucho frío) que visitar a los lugares de interés cultural, que están en núcleos urbanos.

 En líneas generales, podemos decir que los mejores meses para viajar a Tíbet son de abril a octubre. En esa temporada, las bajas temperaturas propias del invierno han dado ya paso a un clima más templado y agradable, aunque es importante tener en cuenta que julio y agosto son los meses de lluvia, y puede haber lluvias intermitentes durante algunas horas. En esos dos meses es también más probable encontrar nubes en la cordillera del Himalaya, dificultando la buena vista de sus altas montañas.

Desde noviembre hasta febrero son los meses más fríos, lo que no significa que sea mala época para viajar al país. Por las noches la temperatura baja varios grados bajo cero, pero durante el día son llevaderas si se está bien abrigado. A cambio puedes disfrutar de un ambiente religioso más íntimo en muchos templos y de una menor afluencia de visitantes. Es importante saber que durante la celebración de Losar, el año nuevo tibetano, el gobierno suele cerrar la entrada a Tíbet a visitantes extranjeros. Las fechas de Losar cambian cada año, pues dependen del calendario lunisolar, pero suelen coincidir en febrero.

Si tienes cualquier duda sobre qué fechas son mejores para tu viaje, no dudes en contactarnos. Estaremos encantados de darte toda la información que necesites.

Moneda: La moneda de Tíbet es el yuan chino (RMB), cuyo valor suele oscilar entre los 7-8 yuanes por euro a lo largo del año. Para conocer su valor actual puedes consultar este conversor de divisas.

Cambio de moneda: No te aconsejamos comprar yuanes en tu país de origen antes de viajar, pues el cambio que obtendrás será mucho más bajo. Nuestra recomendación es llevar suficiente dinero en efectivo y cambiarlo allí. Tu guía te ayudará a hacerlo.

Cajeros automáticos: Si necesitas sacar dinero, en Tíbet hay cajeros automáticos en todas las ciudades y pueblos medianamente grandes. Puedes sacar un máximo de 2500 RMB (unos 260 euros) por extracción, hasta un límite de 20000 RMB diarios.

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