Evocar el Tíbet ha sido durante décadas sinónimo de aventura, de paisajes de postal con el nevado Himalaya de fondo o del misticismo del budismo tibetano. Este viaje recorre el país desde su capital, donde la evocadora imagen del Potala alzándose sobre la ciudad, o de un templo como el Jokhang, que es incesantemente circunvalado por fieles, dejan intuir lo que esconde el país. Y es que por a lo largo de la ruta se reparten monasterios que parecen ciudades – algunos mantienen hasta las murallas de cuando literalmente lo fueron-, en cuyas estancias cientos de monjes y novicios siguen una rigurosa vida monástica; pueblos con animados mercados e inexpugnables dzongs enclavados en lugares insospechados. También hay lagos de un profundo turquesa, pasos montañosos donde el silencio es roto por infinitas banderolas de oración, y sobre todo la presencia de los tibetanos, cuya cultura única justifica con creces un viaje a este techo del mundo.
Este itinerario es una propuesta orientativa. Cada uno de nuestros viajes a medida es diseñado de forma personalizada para adaptarse a los intereses de cada viajero. En él podemos introducir a tu gusto propuestas de inmersión cultural que no desvelamos en las fichas. ¿Quieres más información sobre nuestros viajes a medida?
Solo organizamos viajes a aquellos países en los que somos realmente expertos, porque los hemos pateado y vivido innumerables veces a lo largo de los últimos años.
Todas nuestras rutas son de diseño artesanal, propio y exclusivo, basadas en nuestra experiencia personal y directa. No compramos paquetes prefabricados a mayoristas.
Trabajamos directamente con agencias locales a las que conocemos desde hace muchos años. Nosotros damos forma al viaje de tus sueños y ellos saben perfectamente cómo hacerlo realidad.
Durante todo el viaje estaremos en contacto día a día, para asegurarnos de que todo va bien, resolver tus dudas y darte recomendaciones para que vivas el país como nosotros.
Pasaporte: Tu pasaporte debe tener una vigencia de más de 6 meses desde el día de tu entrada en el país.
Visado y permisos: Para visitar Tíbet es necesario, además de un visado chino, un permiso especial que nosotros tramitaremos. En el caso de que entres a Tíbet desde Nepal, tendrás que estar en Kathmandu cuatro días laborables antes de la salida de tu vuelo a Tíbet para que podamos tramitarlo. Si viajas vía China necesitaremos gestionarlo 20 días antes del inicio del viaje. Este proceso cambia con frecuencia, así que a la hora de contratar tu viaje te informaremos de cualquier novedad si la hubiera.
Vacunas: Para viajar a Tíbet no hay ninguna vacuna obligatoria (salvo la Fiebre Amarilla, si se procede de un país endémico). Las vacunas generalmente recomendadas son la Hepatitis A, Tétanos-Difteria y Fiebre Tifoidea. La decisión de vacunarse o no es muy personal, por lo que te recomendamos pedir cita previa en tu Centro de Vacunación Internacional más cercano, al menos un par de meses antes del viaje, para ser aconsejado por un especialista.
Mal de altura: Debido a la elevación orográfica de Tíbet, algunas personas podrían sentir el llamado «mal de altura» al realizar esta ruta, ya que transcurre en su totalidad por encima de los 3600 metros. Es importante caminar despacio, hidratarse y descansar bien cada día, así como tomarse la primera tarde de descanso en Lhasa para aclimatar con calma y hacer el resto del viaje sin complicaciones. Todos los hoteles disponen de una bombona de oxígeno para emergencias y se puede adquirir en tiendas y farmacias unas más pequeñas, de tamaño menor al de una botella de agua, por si quieres llevarla contigo durante la ruta.
Seguro de viaje: Siempre que se viaja al extranjero es recomendable tener contratado un seguro de viaje. Si lo deseas, puedes contratarlo a través de nosotros.
Tíbet cuenta con un clima particular debido a su altura, cercanía a los Himalaya y otras condiciones geográficas y topográficas. No existe una mejor temporada para visitar el país, por lo que elegir una u otra dependerá del motivo de tu viaje y las zonas que vayas a visitar. No es lo mismo hacer sólamente trekking en las montañas (para lo que es preferible que no llueva ni haga mucho frío) que visitar a los lugares de interés cultural, que están en núcleos urbanos.
En líneas generales, podemos decir que los mejores meses para viajar a Tíbet son de abril a octubre. En esa temporada, las bajas temperaturas propias del invierno han dado ya paso a un clima más templado y agradable, aunque es importante tener en cuenta que julio y agosto son los meses de lluvia, y puede haber lluvias intermitentes durante algunas horas. En esos dos meses es también más probable encontrar nubes en la cordillera del Himalaya, dificultando la buena vista de sus altas montañas.
Desde noviembre hasta febrero son los meses más fríos, lo que no significa que sea mala época para viajar al país. Por las noches la temperatura baja varios grados bajo cero, pero durante el día son llevaderas si se está bien abrigado. A cambio puedes disfrutar de un ambiente religioso más íntimo en muchos templos y de una menor afluencia de visitantes. Es importante saber que durante la celebración de Losar, el año nuevo tibetano, el gobierno suele cerrar la entrada a Tíbet a visitantes extranjeros. Las fechas de Losar cambian cada año, pues dependen del calendario lunisolar, pero suelen coincidir en febrero.
Si tienes cualquier duda sobre qué fechas son mejores para tu viaje, no dudes en contactarnos. Estaremos encantados de darte toda la información que necesites.
Moneda: La moneda de Tíbet es el yuan chino (RMB), cuyo valor suele oscilar entre los 7-8 yuanes por euro a lo largo del año. Para conocer su valor actual puedes consultar este conversor de divisas.
Cambio de moneda: No te aconsejamos comprar yuanes en tu país de origen antes de viajar, pues el cambio que obtendrás será mucho más bajo. Nuestra recomendación es llevar suficiente dinero en efectivo y cambiarlo allí. Tu guía te ayudará a hacerlo.
Cajeros automáticos: Si necesitas sacar dinero, en Tíbet hay cajeros automáticos en todas las ciudades y pueblos medianamente grandes. Puedes sacar un máximo de 2500 RMB (unos 260 euros) por extracción, hasta un límite de 20000 RMB diarios.
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